Introducción
La seguridad y la Defensa son las dos caras de una misma
moneda. En un tiempo en que la dinámica de la geopolítica hace necesario que el
Estado, contemple y asigne a sus instituciones de seguridad y de defensa,
además de sus misiones constitucionales y tradicionales, otros roles de carácter secundario pero no menos
importante, para asegurar no solamente el empleo racional de sus medios y
recursos sino para garantizar el éxito de las operaciones que tengan como
propósito obtener los logros que
garanticen al Estado, la consecución de sus fines.
Desarrollo
Para comprender cómo estos dos factores - Seguridad
y Defensa - forman parte
esencial de la realidad nacional, es preciso aclarar algunos conceptos
fundamentales y, que además deben ir actualizándose, como consecuencia de la
propia dinámica geopolítica que se dan ya sea en el ámbito nacional o
internacional.
Para que esta comprensión sea posible, haré algunas
conceptuaciones terminológicas y filosóficas que puedan dar mayor claridad, y tratar de evitar las confusiones
por las interpretaciones mediáticas que
a menudo se hacen simplemente por
intereses políticos y aún corporativos.
Sin ser profesional del derecho, sin embargo, mi formación
académica en un Alto Instituto de Seguridad y de Defensa nacional, me autoriza
a emitir algunas apreciaciones, en especial, cuando los gobernantes por falta
talvez de asesoramiento o por no asumir plenamente su responsabilidades
constitucionales, recurre a lo más simple y menos comprometedor: interpretar o
aceptar las interpretaciones literales de los
artículos que dan marco a la misión de las Fuerzas públicas; sin
considerar las amenazas, su
naturaleza, los medios y recursos de un
Estado que tiene no solo la responsabilidad sino la obligación de garantizar a cualquier costo, la seguridad, en un ambiente de nuevos paradigmas que forman parte de
las realidades políticas y sicososiales
y que es necesaria para delinear proyectos que puedan dar solución a los
complejos problemas existenciales y la
aplicación racional de todos los recursos que permitan enfrentar los obstáculos
y las amenazas a los grandes objetivos nacionales, que constituyen intereses
legítimos de la nación.
Seguridad Nacional:
es el resultado tangible de las acciones que emprende el Estado, empleando sus
instituciones, sus medios y sus recursos, con el objetivo de precautelar y garantizar los intereses que
conforman el patrimonio total de la nación.
Defensa Nacional:
Acciones o sistema de acciones transversales, ya sean políticas, estratégicas, en
todos los campos del quehacer nacional así como las necesarias articulaciones
de las Fuerzas Públicas o de cualquier otro órgano gubernamental,
para garantizar la Seguridad.
De estos dos conceptuaciones, muy personal por cierto, podemos
entender; primero: que la seguridad nacional es consecuencia de la defensa
nacional y
Segundo: que la defensa nacional son acciones de carácter
general y transversal que debe tener alcance hasta donde abarque la expectativa
de los que constituyen intereses nacionales que deben ser defendidos.
Hoy día sin retacear
jurisdicción y mucho menos la sincera
valoración de las instituciones que coadyuvan en el esfuerzo nacional; el ámbito interno, adquiere gran relevancia
por lo que puede significar las amenazas y los obstáculos para que el gobierno
pueda afianzar sus proyectos y sus planes para alcanzar sus objetivos. Razón
que induce a desplegar toda su capacidad para definir la política y la
estrategia en el marco de una visión más allá y por encima de intereses
corporativos o gremiales y que esté direccionada hacia los fines inalterables
de un Estado democrático.
En el ámbito nacional, es preciso considerar analíticamente
lo que implica la Seguridad Interna.
Dentro de este quehacer existen aspectos que tienen relación directa con la
garantía que el Estado debe ofrecer a la
sociedad, al pueblo en general, en relación a su bienestar y que debe
entenderse en un aspecto holístico.
Entonces surge la cuestión
de cuántos de sus recursos debe ser empleado para garantizar este Bien;
y mi apreciación particular no es
cuántos sino la racionalidad en la aplicación de los medios y recursos que sean necesarios.
.
Esta Seguridad, de hecho comprende las articulaciones que
guarda relación con la creación de las
condiciones fundamentales ya sean económicas o psicosociales para que la sociedad pueda encontrar la senda natural por donde debe
llevar adelante su desenvolvimiento en el marco de sus propias y legítimas aspiraciones;
pero también no es menos cierto que estos requieren procesos complejos y de
largo alcance que solamente puede ir haciéndose en etapas hasta alcanzar los
objetivos.
Mientras tanto, los
acontecimientos adversos se irán sucediendo y exigirán del gobierno soluciones inmediatas, y es aquí, donde
surgen las necesidades de emprender acciones, que garantice el orden para que el gobierno pueda tener la suficiente
estabilidad política para abordar los proyectos
que le permita en un plazo mediato, satisfacer al menos una media de las aspiraciones nacionales. Volviendo a la seguridad interna, pareciera que los gobiernos que se han sucedido
en el Paraguay en los tiempos democráticos, solo entiende por ella, el combate
a las organizaciones delictivas que atentan contra las personas y sus bienes y
en consecuencia, descarga toda la responsabilidad sobre una institución del
Estado que tiene por misión constitucional: la defensa del orden público y el apoyo al Ministerio Público en la
investigación de los delitos, hago referencia a la Policía nacional.
Esta institución y sus cuadros, por razones políticas
históricas, han buscado su reivindicación por haber estado durante el régimen
de la dictadura antes del 89, como órgano dependiente de las FFAA y hoy asume responsabilidades
más allá de su propia misión constitucional y permanentemente resulta
sobrepasada a pesar de todo el esfuerzo que hace el Estado, para poner apunto
su organización y logística.
Por otro lado y en
el mismo contexto, y de ex profeso se debilita sistemáticamente a las FFAA de
la nación, pecado capital que cometen los políticos que no tienen las
condiciones de liderazgo para entrever el mal que acarrea estas decisiones a la
Seguridad Nacional y especialmente a
una institución que constituye el último bastión de la soberanía y la libertad
de una nación. Y hoy está a la vista, las humillaciones de que somos objetos por
los países “hermanos” que empiezan a realizar acuerdos de fortalecimiento de
sus Fuerzas Armadas, mientras el Paraguay no tiene otra alternativa que
recurrir a organizaciones internacionales poniendo su suerte en manos de otros
autores que tienen intereses compartidos y solo podrán resolver nuestros
problemas cuando no afecten directamente a los suyos. Por tanto y conforme a lo
anterior, es preciso fundamentalmente
que las Fuerzas Armadas recuperen su completa capacidad para cumplir su
verdadera misión constitucional. Primero: La defensa de la integridad
territorial como acciones que deben propender a la defensa integral de los intereses
de la nación que estén localizados en el interior del territorio. Esto se debe
entender no solamente a la
protección del perímetro territorial,
sino además el subsuelo, el espacio aéreo y todos los recursos minerales,
lacustre, obras de artes y de la cultura que existan dentro del territorio, y
también otros valores tangibles y no
tangibles que puedan tener relación con la soberanía; en consecuencia debe
aceptarse que a las FFAA les corresponden otros roles secundarios dentro de su
capacidad organizacional operativa y
logística que el gobierno puede determinar sin violar la constitución y,
cualquiera ley que limite o la restrinja debe ser modificada.
Nuestro país, a diferencia
de otros estados que constituyen el primer mundo, está supeditado a que tiene limitaciones en cuanto a sus posibilidades,
medios y recursos; en consecuencia debe hacer un aprovechamiento racional de
sus instituciones de seguridad, o sea de sus Fuerzas Públicas.
Probables cursos de acciones para
enfrentar el problema de la seguridad interna:
Curso de acción “A”
Recuperación operacional de las FFAA, y repoblación de las
unidades estratégicas y tácticas en el territorio nacional. Asignarles otros roles que caen dentro del alcance de
su misión constitucional. Derogar los
artículos de la Ley 1337 de Seguridad y Defensa,
en donde hace referencia al Estado de
excepción, como única condición para que las FFAA opere, en e ámbito de
Seguridad Interna.
Habilitar a las FFAA
para cumplir misiones tales como: interdicción de los pasos fronterizos,
especialmente, en los lugares donde no existen otra presencia de instituciones
del Estado. Realizar actividades de acción cívicas en coordinación con las
autoridades de otros organismos del Estado. Crear órganos escalonados de inteligencia
militar para coadyuvar con la seguridad interna. Crear en los comandos
divisionarios y regimentales, direcciones para el mantenimiento del sistema
ecológico y medios ambientales, potenciar las unidades de asuntos civiles.
Crear a nivel de divisiones, regimientos y unidades
equivalentes, unidades de Policía Militar, con misiones de patrullajes, las
interdicciones permanentes y como agente de información.
Curso de acción “B”
Creación y organización de Comandos regionales que puede ser por una ley, de tal manera que
cada comando tenga jurisdicción no solamente sobre las unidades de la región,
sino también abarque, los destacamentos policiales que están ubicadas en su
zona de responsabilidad. Operar con un Estado Mayor Conjunto donde participen
comisarios graduados en altos estudios policiales, para el planeamiento
conjunto de las actividades operativas y logística del Comando regional.
Curso de acción “C”
Independientemente de restablecer y repoblar las unidades
militares y con sus misiones agregadas como en el curso de acción “A”,
Establecer la descentralización operativa de la Policía Nacional en una primera
fase, que las jefaturas de policía departamentales, pase a depender
operativamente del gobierno político departamental. La gobernación deberá apoyar
dentro de sus capacidades el esfuerzo logístico de la Policía, manteniéndose
ésta, centralizada financiera y administrativamente.
La Policía nacional
mantendrá atribuciones tanto administrativas como operativas y la posibilidad
de brindar apoyo general o según las necesidades en cualquier punto del
territorio.