lunes, 25 de junio de 2012

Lección importante


           Lección importante

        El juicio político al presidente Fernando Lugo, nos ha dejado una lección     importante, y que me imagino en adelante será tenido en cuenta, especialmente por los políticos que tengan aspiraciones a cargos electivos, y que están sujetos sus desempeños a lo que establece el Artículo 225 de la Constitución Nacional.


También, el proceso, para mí particularmente fue una gran experiencia como ciudadano y, creo que habrá sido lo mismo para mucha gente, que gracias a la tecnología de los medios de comunicaciones, pudimos seguirlo paso a paso, en todo los detalles, y reitero, para mí independientemente de todas sus consecuencias políticas, fue algo atrapante, hasta diría, emocionante.

Pero, a lo que quiero referirme en forma muy especial, es: al comportamiento de las instituciones del Estado, que conforman las Fuerzas Públicas.
En primer lugar debo expresar mi íntima satisfacción, como oficial retirado de las Fuerzas Armadas, por el ejemplar comportamiento de esta institución tan cara a mis sentimientos.
En un momento de crisis institucional en que estaba en juego, nada más y nada menos, que el orden institucional de la república, seguro estoy que no habrá sido fácil para el comandante de las fuerzas militares, asumir una postura  ajustada estrictamente al mandato constitucional; porque solamente en el transcurso de los días, talvez sabremos, los entretelones tanto del palacio de gobierno, como de los despachos de cada comandantes de las fuerzas singulares, en un momento de crisis en que se jugaban muchos intereses, y no solamente políticos.
De hecho todavía existen y seguramente van a seguir existiendo desconfianza ciudadana hacia las Fuerzas Armadas por la sencilla razón, de que los altos estamentos políticos de la nación que rigen políticamente a la institución, todavía  sigue su proceso de maduración democrática pero,  me asiste la certeza de que los miembros actuales de las gloriosas Fuerzas Armadas, constituyen profesionales de un alto sentimiento institucional y patriótico, porque dichas fuerzas están conformadas por jóvenes oficiales que supieron sustraerse y protegerse de las contaminaciones que en otros tiempos y en especial en época de la dictadura plagaron  ignominiosamente los valores morales y espirituales de muchos de sus componentes.

Es hora de que los políticos que están en instancias de decisiones y especialmente quienes conducen los destinos de las Fuerzas Armadas de la Nación, entiendan y comprendan la misión constitucional que corresponde cumplir  a las Fuerzas Armadas en democracia, y que los celos e intereses políticos, no constituyan obstáculos en su profesionalización y que también entiendan que es hora, de construir al menos los cimientos de una Defensa Nacional, en los diversos campos de la realidad nacional y que pueda garantizarnos el respeto y la consideración de otros países del mundo en especial de la región y finalmente podamos sentir el orgullo de llamarnos paraguayos y paraguayas.

Para que este sueño mío y de muchos ciudadanos/as pueda convertirse en realidad, es preciso hacer de inmediato un análisis real y objetivo, de la misión constitucional de las Fuerzas Armadas frente a las actuales amenazas en el ámbito de la seguridad interna considerando: que la seguridad es el reflejo de la defensa y que en este aspecto, las Fuerzas Armadas junto a la Policía Nacional deben dar sus esfuerzos en este ámbito interno; donde radican principalmente los más grandes intereses de la patria, sean ellos tangibles o intangibles;  y,  por ser la Defensa Nacional sistema de acciones que deben responder a la dinámica de las presentes y aún las hipótesis de nuevas amenazas, las Fuerzas Armadas no pueden ser simplemente una organización burocrática cuyo desenvolvimiento operativo tenga que estar dependiendo de una Ley ( la 1337 de Defensa Nacional y Seguridad Interna) que fue sancionada en un momento de fragilidad política del país, con el solo hecho de quitarle protagonismo en el ámbito de la Seguridad Interna y, en una demostración de la dificultad de la aplicación  del artículo de esta Ley que se refiere al empleo de las Fuerzas Armadas estrictamente bajo Estado de Excepción,  en ocasiones cuando las papas calientan, a veces de recurre al Estado de Excepción y otras veces, basta sólo la orden del Comando en Jefe, como en el reciente caso de Curuguaty, y  con lo cual lo que  se consigue es: comprometer y poner al descubierto nuestras  debilidades institucionales.

Las Fuerzas Armadas necesita recuperar su presencia territorial y preparación logística y operativa para cumplir roles que muchos de ellos con un análisis racional se puede ver, no riñe con su misión constitucional.

Y no quiero terminar antes  de expresar  mis sinceras congratulaciones a  la institución policial como componentes de las Fuerzas públicas, por   la brillante actuación que le cupo desempeñar en el cumplimiento de su misión constitucional de orden público, durante las manifestaciones ciudadanas en la plaza mientras  el Juicio político, donde  se pudo observar, un planeamiento previo y una ejecución de gran profesionalismo.


crisis para crecer


                                 Crisis

 “No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas o países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia, como el día nace de la noche oscura.”
                                                         Albert Einstein    



Este pensamiento de uno de los más grandes filósofos y científicos que conoció la humanidad, sea para que reflexionemos como Nación-Estado.
Después del último acontecimiento –del juicio político- al ahora ex presidente Lugo, es probable que subsistan la incertidumbre en un gran sector de la ciudadanía, por cuanto las amenazas de nuestros vecinos en boicotear y hasta bloquear a nuestro país y, reconociendo que tenemos una gran dependencia económica y, porque han sido “nuestros amigos” y  a nadie le gusta perder a su amigo, especialmente si  había sido “sincero”.  También sabemos que tienen ventajas hasta hoy, por su mejor posicionamiento geo-estratégico y geo-político tanto a nivel continental como a nivel mundial, y si somos un país mediterráneo es porque ellos habían sellado y firmado ese destino; no les guardamos rencor por ello, solamente es a manera de una recordación.
Mucho se habían esforzados ya en el siglo XVII, por que fuéramos  una provincia en el Rio de la Plata, y si  ese no fue nuestro destino, es porque nuestros mayores tuvieron las agallas de luchar por la libertad, y esa fuerza moral que dio nacimiento al Paraguay independiente, constituye hasta hoy  la heredad insobornable y la que debe regir siempre nuestra vida republicana.
El paraguay, en su historia hubo varias crisis consecuencias de grandes guerras y otros infortunios, sin embargo, ninguna de esas crisis hemos aprovechado para intentar cambiar nuestro destino. Seguimos siempre lamentándonos de lo que pudo ser y no fue. Existen las experiencias de otras naciones que tan pronto se apagaron el fuego de sus guerras, o de sus crisis, no quedaron deleitándose en su heroísmo, o  lamentándose de su desgracia  sino comenzaron inmediatamente a reconstruir y haciéndolo mucho mejor.
Esta crisis quizás sea nuestra última oportunidad para empezar a diseñar el país que queremos y poner mano a la obra. Esta es la gran oportunidad para políticos, empresarios y todos quienes tengamos alguna conciencia de que ya no podemos seguir en el vyroreí.
Nuestros gobernantes deben tener la capacidad para tomar las decisiones.
La democracia no puede ser tan permisiva y los responsables de corregir rumbos, no pueden ser tan pusilánime a la hora de decidir.
Es el tiempo de definir el área de interés nacional que nos permitirá la transformación total de nuestra nación y creo que la que debe llevar el esfuerzo principal debe ser la Educación, una educación con un profundo contenido moral para que se pueda producir el verdadero cambio en la cultura paraguaya. “Crisis y educación”,  (Theodore Brameld).  Sin conocimiento seremos siempre una nación débil, sin ideas y no podremos aprovechar las oportunidades.    
Si nos bloquean y no hay gas, volveremos a los braceros, mientras nuestros ingenieros y técnicos ensamblan cocinas eléctricas y si escasea el gasoil pues produzcamos el biodiesel para ellos empecemos a cultivar más caña dulce; si escasean alimentos que no creo ello suceda porque bastaría con volver a nuestro sano y nutritivo sistema paraguayo de alimentación, hasta tanto nuestros agro empresarios, industrialice nuestra rica producción agrícola y siempre encontraremos la alternativa que nos permita sobrevivir con dignidad y por sobre toda la cosa libertad y soberanía.