lunes, 25 de junio de 2012

crisis para crecer


                                 Crisis

 “No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas o países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia, como el día nace de la noche oscura.”
                                                         Albert Einstein    



Este pensamiento de uno de los más grandes filósofos y científicos que conoció la humanidad, sea para que reflexionemos como Nación-Estado.
Después del último acontecimiento –del juicio político- al ahora ex presidente Lugo, es probable que subsistan la incertidumbre en un gran sector de la ciudadanía, por cuanto las amenazas de nuestros vecinos en boicotear y hasta bloquear a nuestro país y, reconociendo que tenemos una gran dependencia económica y, porque han sido “nuestros amigos” y  a nadie le gusta perder a su amigo, especialmente si  había sido “sincero”.  También sabemos que tienen ventajas hasta hoy, por su mejor posicionamiento geo-estratégico y geo-político tanto a nivel continental como a nivel mundial, y si somos un país mediterráneo es porque ellos habían sellado y firmado ese destino; no les guardamos rencor por ello, solamente es a manera de una recordación.
Mucho se habían esforzados ya en el siglo XVII, por que fuéramos  una provincia en el Rio de la Plata, y si  ese no fue nuestro destino, es porque nuestros mayores tuvieron las agallas de luchar por la libertad, y esa fuerza moral que dio nacimiento al Paraguay independiente, constituye hasta hoy  la heredad insobornable y la que debe regir siempre nuestra vida republicana.
El paraguay, en su historia hubo varias crisis consecuencias de grandes guerras y otros infortunios, sin embargo, ninguna de esas crisis hemos aprovechado para intentar cambiar nuestro destino. Seguimos siempre lamentándonos de lo que pudo ser y no fue. Existen las experiencias de otras naciones que tan pronto se apagaron el fuego de sus guerras, o de sus crisis, no quedaron deleitándose en su heroísmo, o  lamentándose de su desgracia  sino comenzaron inmediatamente a reconstruir y haciéndolo mucho mejor.
Esta crisis quizás sea nuestra última oportunidad para empezar a diseñar el país que queremos y poner mano a la obra. Esta es la gran oportunidad para políticos, empresarios y todos quienes tengamos alguna conciencia de que ya no podemos seguir en el vyroreí.
Nuestros gobernantes deben tener la capacidad para tomar las decisiones.
La democracia no puede ser tan permisiva y los responsables de corregir rumbos, no pueden ser tan pusilánime a la hora de decidir.
Es el tiempo de definir el área de interés nacional que nos permitirá la transformación total de nuestra nación y creo que la que debe llevar el esfuerzo principal debe ser la Educación, una educación con un profundo contenido moral para que se pueda producir el verdadero cambio en la cultura paraguaya. “Crisis y educación”,  (Theodore Brameld).  Sin conocimiento seremos siempre una nación débil, sin ideas y no podremos aprovechar las oportunidades.    
Si nos bloquean y no hay gas, volveremos a los braceros, mientras nuestros ingenieros y técnicos ensamblan cocinas eléctricas y si escasea el gasoil pues produzcamos el biodiesel para ellos empecemos a cultivar más caña dulce; si escasean alimentos que no creo ello suceda porque bastaría con volver a nuestro sano y nutritivo sistema paraguayo de alimentación, hasta tanto nuestros agro empresarios, industrialice nuestra rica producción agrícola y siempre encontraremos la alternativa que nos permita sobrevivir con dignidad y por sobre toda la cosa libertad y soberanía. 

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